El encuentro con ella

Caminando lentamente  hacia la orilla del  final del risco, con los ojos cerrados, la mente volando por todo su pasado y presente el cual no tenia ni pies ni cabeza,  sin ver que podía hacer  para resolver su vida y poner orden en ella.

Tratando de terminar  su caos interno  y  tomar la mejor decisión,  pensaba que tenia que  morir para poder vivir,  dejar todo lo que le habían  dicho que era, para no olvidar lo que realmente si  era, estaba llena de amor tímido, miedoso, hacia si misma siempre huyendo de ella y  buscando ser diferente,  pero lo que  nunca perdió de vista fue que era cuidada, querida , con  muchas bendiciones de su creador,  sin embargo el mas grande problema era el miedo con el que se topaba diariamente.

Ese andar lento perezoso,  la guiaba al final del risco  para  tomar por fin  su  gran  decisión ,  pero de repente,  se despierta  con un gran sobresalto,  abriendo sus negros  ojos como un par  de grandes  soles brillantes y un sudor frío le recorrió  todo el bello cuerpo, de la nuca al  final de la espalda, a nivel de su chacra raíz,  esto lo sabia  ya que  se lo habían dicho en sus clases de yoga donde acudía 3 o 4 veces por semana,  o mas tratando de  encontrar su centro de equilibrio. No lo había podido hacer  a pesar de los varios  intentos  a través de diferentes tipos de religión,  psicólogos, chamanes, las terapias holísticas  etc. y cada vez su vida se hundía mas.

María tenia un corazón muy grande y estaba lleno de amor para todos, pero no  hacia ella , creía que no era merecedora de tan gran regalo,  y  cada día  en su diario  caminar, tenia que pasar por un hermoso bosque, de regreso a su casa. Desde el momento que ingresaba a este bosque,  escuchaba susurros como si le hablaran  al oído, pero al voltear no veía a nadie, sin embargo sentía  una brisa fresca muy agradable,  eso le hacia sentir  libre, contenta,   junto con ello percibía también un aroma dulce y amoroso, como  si el amor se pudiera  oler.  Además un trinar de  los  pájaros con sus más bellas canciones,  todo esto la acompañaba  a lo largo de su recorrido , hasta su salida del bosque.

Así  pasaron varias semanas hasta que un día  nublado, precisamente cuando ella se sentía mas triste, vio en el suelo tirado un árbol joven el cual fue arrancado por las  manos necias e insensibles de alguien inmediatamente se arrodilló y buscando en su bolso, encontró un peine con el cual se ayudó a cavar un hoyo grande,  colocando con mucho amor este joven árbol, le dio  su poca  agua que  llevaba  en su termo  y  le cantó  una hermosa melodía como si fuera un niño pequeño, lo amarró con su pañuelo para unir sus ramas rotas,  como se hace en los injertos de plantas.

En forma inesperada este pequeño árbol se recuperó   milagrosamente, en forma muy rápida,    en ese instante se sintió una brisa más intensa ,  fresca , con un amor grande, que  movía  el cabello de María en tal forma que parecían hermosas alas  de un color negro intenso,  el aroma que se percibía era fresco  a  bosque  y  tierra húmeda, Y una calidez  la envolvió  durante unos minutos  como si la abrazaran  y le dieran  las gracias.

En este momento María supo en forma rápida que había encontrado por fin su equilibrio,  en ese momento entendió  que ella no era solo un cuerpo,  era  un bello espíritu , lleno de amor incondicional para todo tipo de ser vivo  grande o  pequeño y por fin aceptó que también para si  misma concibió  que ella no era  mejor que esas pequeñas motas de tierra en sus manos , ni menos que ese hermoso bosque o el sol.

Se dio cuenta que nunca estaba  sola, ni aislada o desprotegida  ya que estaba en unión con el universo, que todo era parte de la conciencia  del  creador o dios,  que era  una cocreadora,  y todo lo que creyera lo podía crear.

Se percató que  era un gran espíritu  viviendo como si fuera solo un cuerpo físico y no un cuerpo con espíritu,  esto lo hacia para vivir en la tierra y  para ayudar al despertar de todo ser humano. Se supo poderosa pero amable, humilde y sensible esto era propio de todo ser humano, pero no estaban conscientes de quien eran,  que  ella estaba equivocada al buscar fuera, en su entorno y esto se debe hacer dentro de uno mismo, ahí están las respuestas... es el encuentro con el yo interno.

 

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