De Crisálida a Mariposa

Mi primer recuerdo.

Estoy dentro de una zona tibia y calientita desde que empecé a ser conciencia pero como intuyo que faltan unos días para nacer, quiero hacer la narración de como y por qué me formé.

A las 6 horas de fecundación las primeras células de mi ser comenzaron a formarse con el llamado entrosoma paterno, cabe mencionar que existe la posibilidad de que él no se haya ocupado de mí nunca, que esa fue su única participación en mi formación. Con ese centrosoma involuntario de mi padre inició la formación del llamado ADN de mi persona.

A las 4 semanas principian mis primeros órganos a formarse, así como mis aparatos respiratorio, digestivo, reproductivo, etc. También se forma mi sistema óseo y ello da lugar a la formación del ser vertebrado que seré. De esta forma voy hinchando el vientre de mi madre, a los 3 meses de iniciada mi formación, ya mido 9 cm. Y me defino con el sexo de mujer; todos mis órganos ya están completos para ir madurando solos poco a poco.

Al quinto mes comienzo a dar patadas a mi madre para avisarle que estoy bien y dentro de ella, aunque a veces solo me muevo para estar más cómoda. Mi corazón late fuerte si escucho ruidos altos o violentos. Al lastimar o hacer llorar a mi madre, siento cómo se estremece por su llando y percibo su tristeza a través de la placenta, que cambia lo que recibió en su sangre, por unas substancias que me llegan, me lastiman y hacen sufrir.

Percibo su dolor, a veces su indecisión de continuar con mi crecimiento y truncar mi vida, sin embargo, a pesar de todo eso ella sigue compartiendo conmigo el oxígeno de su sangre, su alimento, su alma. A veces coloco el dedo pulgar en mi boca, para no chupar solamente; sino también tranquilizarme.

A los 6 meses ya mido 30 cm., peso más de 1 kilo, me muevo mucho, a pesar de que a veces me siento flotar no tengo la misma comodidad de antes; otra novedad son mis primeros cabellos, mi cuerpo se cubrió de una substancia blanca y grasosa; a los 7 meses mi sistema nervioso comenzó a tejer las conexiones necesarias para que yo tuviera movimientos más variados. Me comunico con mi cerebro y mi corazón, ambos me explican todo lo que me está pasando. En esta etapa, si yo saliera, ya podría sobrevivir, pero con muchos problemas.

Les pregunto como saben tanto y me dicen que ellos han acopiado la información del ser humano desde hace muchos años, por ejemplo, que el estómago tiene muchas neuronas y por eso se le conoce como un segundo cerebro, hace sus funciones y diríamos que piensa por sí mismo, o bien el hecho que no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos, ya que el cerebro sabe y anticipa lo que vamos hacer.

Si me lo preguntan: yo no quiero salir, estoy muy apretada, pero cómoda y tranquila; si me da hambre tengo a mi disposición todo el alimento necesario, no padezco de frío. Sin embargo todas mis células con la información de milenios que se han transmitido entre mis generaciones, me alertan que mi madre no es feliz, y a pesar de eso, me sigue cuidando; eso se lo voy agradecer toda la vida.

Ya rebasé los 8 meses y mi piel dejó de estar arrugada, mis redondeces se perciben, mi cuerpo comienza a tomar una posición de cabeza hacia abajo, algunos de mis órganos funcionan normal, mido 45 cm., peso casi 2 kg. en unos días tendré que salir aunque no quiera, mi corazón se acelera de pensarlo, pero sé que cada una de mis células me ama y mi madre, en un rincón de su corazón también. Ella podía haber evitado mi crecimiento y eliminarme antes, pero no lo hizo.

Ayer comencé a sentir presiones en mi cuerpo y me dijeron que son las contracciones del útero de mi madre para poder salir a la luz, cada vez se fueron haciendo más fuertes y constantes, hasta que llegó una muy intensa..., todo frente a mí oscureció, y de repente, se observó algo claro cada vez más y más grande y algo que me empujaba hacia fuera.

Por fin fui expulsada de aquel paraíso acuoso y mis pulmones no me están ayudando, luchan para recibir el oxígeno que antes obtenía sin problemas, siento desfallecer, no puedo respirar y tengo mucho frío, pero alguien más fuerte que yo me manda un soplo de amor amor divino, abro la boca y entra en todo mi cuerpo en forma de brisa, como una chispa de vida y todo mi ser me indica que es el soplo de Dios.

Hace frío, mientras siento que cubren mi cuerpo con algo suave y calientito, por fin un problema menos, pero el que ahora da lata es mi inteligente estomago que tiene hambre, pienso que por fin voy a conocer a mi mamá, la veré a los ojos para ella sepa que la quiero, estoy muy agradecida de traerme al mundo, permitir que naciera a pesar de todas sus penas que también percibí.

Paso de brazo en brazo y al fin me dan de comer, me cambian, pero no encuentro el olor, timbre de voz u otros detalles que conozco de mi  madre, las personas que me cuidaron fueron buenas, pero no eran ella.

Todo esto creó un sentimiento de abandono dentro de mí y el miedo se apoderó por primera vez del ser que comienzo a ser. Varios meses después me entregaron a una señora que me adoptó, desde entonces fue mi madre y por fin tuve un padre, los cuales me cuidaron, sin embargo durante toda mi vida, en lo más profundo de mi ser, estaré muy agradecida con mi madre biológica, con mi padre que dio su centrosoma, con mis padres adoptivos; sin ninguno de ellos yo no estaría aquí contándoles esto.

Algun día los veré de nuevo a todos, no habrá rencores, ni reclamos, ni dudas; a cada uno de ellos les daré un gran abrazo, un beso, mi más grande agradecimiento y les diré cuanto los quiero.

Comentarios