En un bosque muy frondoso que se encontraba en lo alto de unas hermosas y altas montañas, había un pequeño árbol el cual era el único de su tipo, por lo cual se le creía un pequeño ser, pero fuerte y bello. Además de su gran habilidad para meditar y tener contacto con la madre tierra.
Se le consideraba pequeño porque todos los arboles a su alrededor eran muy altos, como los HYPERION de unos 115 metros de altura, dicho nombre lo obtuvo del Titán con el mismo nombre, hijo del Dios URANO y la Diosa GEA, en la actualidad se le considera el mas alto del planeta, también habían los HELIOS con 114 metros de altura, los ICARO de 113 metros de altura y 3,78 metros de diámetro.
Realmente este roble tenia 5 a 6 metros de altura y apenas medio metro de diámetro. Todo esto hacía que el resto de los arboles se burlaran de el por su tamaño que era menor al de ellos. Como se sentía aislado del resto, lo que hacia era jugar con el viento, tratando de ver quien vencía, uno soplaba fuerte y el otro no se movía por su fuerza y arraigo a la tierra, pero lo que mas disfrutaba este roble era cerrar todos sus sentidos para adentrarse en el y la madre tierra y los otros elementos como las energías de las rocas y el agua.
Todos o casi todos los animales eran sus amigos como las víboras que les encantaba estar en sus ramas o los perezosos que buscaban sus ramas mas fuertes, las águilas y otros más. Por la noche se esperaba que todo estuviera en calma y silencio, en el bosque frío, húmedo y oscuro ya que no penetraba mucha luz, aunque hubiera luna llena o bien un festín de luces en el cielo, por la gran cantidad de ramas de arboles y de gran altura.
Pero no había tal silencio, en realidad existía gran alboroto a cargo de los animales de costumbres nocturnas, entre ellos los mas escandalosos eran los Monos Audinos que iban de rama en rama jugando a las escondidas, los murciélagos o también llamados quirópteros, mamíferos que en la noche salían a buscar comida, vivían en cuevas o en las copas de los arboles.
También salían a cazar los zorros rojos, rápidos y muy cautelosos, los búhos estaban muy presentes como aves rapaces o sea también cazaban, pero no es carroñero, pero también estaban al pendiente, se pasaban toda la noche despiertos, pero muy solitarios, en algunas culturas se les considera como sabios e intuitivos.
Las luciérnagas se encargaban de alumbrar algunos sitios y brillar como las estrellas que no se podían ver desde el suelo del bosque por la exuberante vegetación, esto era todas las noches.
Sin embargo, una noche se escucharon ruidos diferentes y sobretodo olores que causaban temor a todos, olía a humo y se esparcía el miedo entre todos ya que se podia oler por los vientos que venían de lejos.
Por ello algunas águilas y otras aves decidieron volar para ver que pasaba a lo lejos, regresando horas después con la noticia de que había un incendio a unos kilómetros de ellos, y los pocos arboles de la zona y algunos animales les informaron que fue por un error, o descuido de algunos visitantes humanos que no tomaron las precauciones que eran necesarias.
La zona afectada estaba retirada, pero colindaba en la parte baja con ellos, así que podrían estar en peligro. Así que se hizo una reunión urgente, precedida por el Buho de mayor edad y mas sabio.
Muchos entraron en pánico y se querían ir, pero no sabían a donde hacerlo, otros estaban cómodamente sin ocuparse ni preocuparse, después de algunas horas se decidió que todos intentarían ayudar.
Las aves volaran al sitio afectado aleteando rápido para ver si con ello apagaban el fuego, pero eso era más deseos que realidades, también llevaban agua del río que pasaba en medio del bosque, los monos usaban grandes hojas para llevar tierra y así cada uno hacia lo que podía y los humanos dedicados a apagar incendios, no llegaban.
El pequeño roble estaba muy preocupado, mas que por el, lo hacia por sus amigos, después de pensar un poco decidió que entraría en meditación, lo hizo internándose en su corazón llegando con sus raíces hasta el centro de madre tierra y pedirle ayuda,con los elementales como el viento y el agua, con esto se pudo sentir ráfagas de viento y las gotas de rocío se transformaron en verdaderos torrenciales de lluvia, con todo esto se pudo controlar el fuego.
Desde ese día todos estarían al pendiente, las aves volaban diario para ver que sucedía y como ayudaban, la madre tierra habló con los cuatro elementos como es el agua, el viento para que estuvieran siempre al pendiente e inmediatamente lo resolvieran.
El cuidado de la madre tierra depende de todo ser vivo que habite en este planeta, pero la tarea principal la tiene el hombre que no contamine ni destruya.
Desde ese día el pequeño roble se vio ante todos como el gran héroe y no lo consideraban pequeño, ya se incorporó por completo a toda la naturaleza de la zona y también le dieron las gracias a la Madre tierra por su ayuda.
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