Caminando
junto al gran lago,
con un poco de trabajo, por el
pequeño defecto en su pata
derecha, la patita llamada Lula se
desplazaba con gran orgullo, como una reina, tenía pocos amigos pero eran
grandiosos.
Algunos se burlaban
de ella por su pequeño defecto, les
molestaba verla muy feliz queriendo siempre
ayudar a todos, a pesar de no
tener nada.
La patita Lula
conocía el lugar muy bien como la palma de su pata, ella vio lejos unos huevos grandes , de color rosado, a unos pasos de su casa que era un gran árbol hueco y lleno de flores.
Todos veían esos
huevos, sin embargo no les importaba en
lo más mínimo, y Lula era muy curiosa y al verlos solos se preocupó mucho,
temía que les pasara algo se acercó a ellos y se dio cuenta que eran 4 huevos grandes, dispersos por el suelo, ella con mucho
cuidado los junto y los cubrió con hojas
y ramas para protegerlos, ignoraba quien los había dejado en ese sitio, esperó por varias horas para ver si llegaban por ellos, pero eso no paso y
Lula decidió posarse para
empollarlos, y cuidarlos manteniéndolos
calientes.
Nadie ayudaba, otros los querían destruir, por eso hizo varios montes iguales
con ramas y hojas para despistar a todos. Se preocupó mucho y
paso muchos días sentada en ellos,
varios animales que pasaban solo
se reían de ella y la molestaban mucho, la patita tenía un gran amigo, que era un pájaro carpintero y vivía en las ramas del mismo árbol, de donde
ella vivía .
Este pajarillo se
dio cuenta de la situación de Lula y ella le explicó todo lo que había pasado,
su amiguito llamado copetín se preocupó mucho ya que cuando se dirigía a la casa volando
pudo distinguir un grupo de hiénidos o
las llamadas hienas, eran gran cazadoras, carnívoras de muy buen olfato y
veloces, el problema que el observó es que se encaminaban a esa
zona y a la casa de Lula en partículas por la presencia de los huevos y de ella
misma ya que estaba quieta por muchos días y todos estaban en gran peligro, por
ello copetín reposó unas horas y salió volado en forma veloz
hacia las montañas, que estaban a
unos km, pero no habría problema y llegaría pronto.
Al amanecer salió a gran velocidad para encontrar a otro
amigo mutuo, era el gran oso grizzly que vivía por las montañas, estos osos son
una subespecie de oso pardo y los más grandes del planeta.
Era solitario, su
imagen feroz y muy aterradora, pero tenía un corazón de oro, se alimentaba de peces y panales de miel, al ver a su amigo
copetín, le dio mucho gusto pero al
darse cuenta que venía solo, se preocupó más, ya que
no venía regularmente y menos sin
su amiga, corrió a su encuentro y copetín le explicó lo que sucedía en
el valle, el oso se fue corriendo a gran velocidad sin parar, para ayudarla, mientras lo hacía, pensaba
cuando ella le salvó la vida, después de caer en una trampa de unos cazadores y
quedar muy lastimado, era pequeño de
pocos días de nacido, Lula lo alimento y curó con plantas del lago
por varias semanas hasta que se recuperó y
así creció, la patita regresó a casa y el oso grizzly encontró la suya. A
veces se buscaban pero por sus actividades tan diferentes no eran frecuentes,
pero se querían como madre e hijo. Al llegar al valle a la casa de Lula, la vio
con cara de terror por la presencia de las hienas, ya listas para atacarla, habían olido los huevos, pero este gran olfato
que tenían, también les avisó de la visita del oso, el cual se paró en dos
patas con toda su grandeza y gran ferocidad, con gruñidos grandiosos con eso
salieron muy rápido, asustadas con ganas
de no regresar pensando que ahí
vivía un oso feroz.
Lula se alegró de verlo y con su alita rodeo una de sus
grandes garras, con mucho cariño y ya no hubo rugidos, el gran oso se recostó al lado de la patita
para calentarla y cuidarla a ella y los huevos. Horas después con mucho temor
varios de los vecinos, antes indiferentes, a veces crueles con la patita
Lula, se presentaron y
cuidadosamente le dieron las gracias al gran
oso, ya que al salvar a
la patita, también los salvó a todos ellos de ser la
comida de las hienas y entendieron por fin que lo importante es el amor incondicional
entre todos, para cuidarse unos a otros,
diario llevaban comida para sus amigos, el oso y la patita, a base de peces, frutos,
panales de la miel más deliciosa del rumbo,
flores, moluscos, insectos, algas del lago y el gran grizzy se quiso quedar para cuidar a la patita y a
todos.
A los pocos días se escuchó
un ruido como
si se rompiera algo debajo de ella, se levantó y vio 4 polluelos bellos, pelones y con hambre.
A las pocas semanas de un buen cuidado y buena comida
esos polluelos calvos se convirtieron en
los cisnes más hermosos de la región,
todos blancos y con todo su
esplendor y
belleza median casi 2 metros con sus alas extendidas y eran hermosos, impresionantes,
muy cariñosos y buenos con la patita,
que los rescató y los cuidó al igual que
al oso grizzy
y eran el orgullo de todos, también ellos servían a veces de transporte
de los más pequeños.
De esta forma vivieron todos juntos y la patita Lula no
tuvo que preocuparse más por nada ya que
tenía todo, amigos, una gran familia, y un lugar seguro para vivir, fueron muy
felices a pesar de su gran diversidad.
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