La Llave de Oro


Xochiquetzal, solía despertar a media noche, con el corazón acelerado, como caballo desbocado. El sudor perlando su frente, y su ropa de dormir empapada, con mucho temor dentro de ella, en forma contenida desde hace mucho tiempo como una alimaña, enraizada muy dentro de ella y de la gran cantidad de personas en la actualidad.

Se ponía alerta y observaba alrededor de su habitación y solo se veía oscuridad y la ventana abierta por donde siempre entraba una brisa fresca, con olores de las mas bellas flores, sin haber cerca ninguna flor.

Después de varias noches de no saber que pasaba, decidió salir a dar la vuelta en bicicleta por la vereda que se encontraba alrededor de su casa, al llegar cerca del lago a unos metros de su casa, pudo observar una hermosa mujer vestida de blanco, la cual emitía un brillo intenso no de su vestimenta, salía de su corazón, del contorno en su cabeza y con una mirada que le penetraba en lo mas profundo de su alma.

Intuitivamente quiso salir volado por temor, pero en su mente escucho que le llamaba por su nombre y lo repetían varias veces, en forma suave y dulce y en su cabeza oía... Xochiquetzal, Xochiquetzal ¡regresa por favor!

Se plantó frente a ella con mucho temor, pero con gran decisión y fuerza frente a la hermosa figura, preguntándole que quería y quien era ella, la mujer no le habló solo la miraba con mucho amor y en forma telepática, le informo que era su Yo superior, antes la más hermosa de las diosas mexicas y su nombre significa hermosa flor, representa el amor, esposa del hijo de la primera pareja en la Cosmogonía Mexica.

Quería informarle que muy pronto el mundo cambiara por consecuencia de una corona negativa, se extendería por todo el mundo, causando enfermedad, final de vidas, y lo peor extender el miedo y esto evitaría el despertar, por eso le pedía que extendiera sus manos para entregarle un regalo muy importante y poderoso.

Xochiquetzal estiro las manos y recibió una llave de oro y su Yo se la entregó, le dijo que esa llave abriría las puertas de su autoconocimiento, lo cual le daría paz y amor y sería el viaje más importante de su vida.

Cuando recibió la llave, sus manos brillaron con el sol, no hubo materia solo luz como representación de la llave, desde ese momento quedo muy claro que ella era la depositaria de la tarea de conocerse, entenderse, amarse, perder el miedo y después ayudar a las demás personas, ella era la representante de toda la humanidad, esto era que al igual cada persona del mundo recibiría su llave para poder conocerse y abrir el tesoro interno que todos llevamos y así podemos lidiar con esa corona malvada, no hay otra verdad, y poder regresar al paraíso.

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